Buscando en mi librero el ejemplar de Aura, me encontré con una edición de 1983 de
La muerte de Artemio Cruz, serie que editó la Secretaría de Educación bajo el título de Lecturas Mexicanas y cuyo número 1 fue la novela de Carlos Fuentes. Narra la agonía del personaje que recuerda, postrado en su lecho, los días más importantes de su vida, mientras su familia, médicos y colaboradores lo rodean con propósitos diversos. Se intercalan tres narraciones: la que inicia con Yo narra lo que ocurre en el presente. El Tú es una narración reflexiva que analiza los motivos del personaje. Y Él cuenta la historia de Cruz en unas fechas determinadas. Esta estructura le da a la novela un aire complejo pero a la vez rico y pleno de recursos que no distraen a la lectura. Es un retrato despiadado de un personaje y de un País, que hoy en día es más actual que nunca.
Aura, novela corta de apenas 62 páginas, cuenta la historia de Felipe Montero, historiador que acude a una oferta de empleo a una vieja casona en el centro de la ciudad, habitada por dos mujeres en medio de una atmósfera fantasmal y decrépita. Historia de un amor imposible, de muerte, de fantasmas y de un encuentro irreal, sobrenatural. Relato breve de una belleza poco común. Dejo para después el ejemplar de
El Naranjo, edición de cinco cuentos, género del que poco he leído de Fuentes y que iré poniendo al día.
