Hemos esperado este día con emoción; finalmente es Nochebuena, nos hemos bañado y arreglado con nuestras mejores ropas. Visitaremos a la tía Cuca donde iremos a cenar y compartir la noche con la familia de papá. En casa todo es prisas y excitación, mis hermanas no terminan de arreglarse y en cambio los varones estamos listos. Bajo el árbol navideño solo los regalos de los primos y la tía, de los nuestros no hay nada. Santa Claus aún no llega a nuestra casa. Papá le da las llaves del auto a nuestra hermana mayor y le pide nos lleve a dar una vuelta por el barrio para ver si llega Santa con los regalos solicitados.
Nos subimos al auto los más pequeños y damos una vueltas por la cuadra, mientras contamos las luces en las ventanas de las casas, pasamos repetidas veces por nuestro hogar y preguntamos si ya llegó Santa, - no ha llegado- nos gritan, solo alcanzamos a ver siluetas que corren por la casa. Seguimos contando luces navideñas y adornos multicolores. Hasta que por fin nos indican que bajemos en casa. La sala está a oscuras y solo las luces del árbol iluminan nuestros rostros sonrientes. Mamá enciende las luces y descubrimos con un grito los juguetes bajo el árbol. Corremos a buscar cada uno los regalos. Santa ha llegado a nuestra casa. Parados atrás de nosotros Papá y Mamá sonríen. Nosotros también.
Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo a mis amigos lectores. Un abrazo.
Que tierno y bonito el relato.
ResponderEliminarQue tengas unas felices fiestas junto a los tuyos.
Besocps muchos.
Las Navidades son, sin duda, la fiesta de la infancia. Me encantó tu texto.
ResponderEliminarTe deseo unas felices fiestas y te envío un abrazo.