El 28 de enero de 1948 un avión lleno de 28 inmigrantes mexicanos, algunos con permiso de trabajo y otros ilegales, despegó de Oakland, Cal. para llevarlos deportados de regreso a México. El avión se incendió y se estrelló por el área de Fresno, Cal., los 28 mexicanos y cuatro miembros de la tripulación fallecieron. Los familiares de los miembros de la tripulación recibieron los cuerpos de sus parientes. Los 28 mexicanos fueron enterrados en una fosa común sin nombre. Este accidente inspiró canciones a Woody Guthrie, Bob Dylan y Joan Báez entre otros. Durante todos estos años la identidad de los mexicanos no fue resuelta, hasta que Tim Z. Hernández, escritor y nieto de un inmigrante del campo, encontró la noticia mientras hacía una investigación para una novela. Acompañado de Carlos Rascón, director de cementerios de Fresno, se dieron a la tarea de investigar los nombres hasta completar la identificación total de los 28. Esta semana más de 600 personas se dieron cita en el Holly Cross Cementery, para honrar la lápida con los nombres de todos ellos.
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