16 oct 2008

MARATÓN DE CINE


Asistir a un festival de cine tiene mucho de resistencia y buen juicio. Lo primero para soportar horas y horas sentado en una butaca de cine, día y tras día y lo segundo para seleccionar las mejores opciones durante el día. Programas de cortometraje, de documentales, homenajes a cineastas, seleccion oficial, sección de cortos de Michoacán, Semana de la crítica francesa, estrenos internacionales y cocteles, muchos cocteles. De todo un poco entonces, se asume que no se puede ver la totalidad y entonces entra el gusto o el criterio para seleccionar lo que se verá. Además están los encuentros con otros cineastas, productores, directores de festival y amigos. Todo dentro del paquete. Tuve ocasión de ver varios programas de corto metraje, género que por el momento ejercito. Se proyectó el corto mexicano ganador en el festival de Venecia de este año; "Tierra y pan", de Carlos Armella, un trabajo de gran imaginación y solvencia técnica con un gran contenido drámatico. Sin embargo no fue el cortometraje ganador en este festival, el premio fue para "La canción de los niños muertos" de David Pablos; una historia sobre un padre y sus cinco hijos, que se aislan en una casucha en la playa para olvidar la muerte de la madre. Para ello se agreden mutuamente en busca de la redención. Tiene el acierto de contar con 38 minutos muy bien resueltos que le permiten ganar el premio principal, sobre otros trabajos de menor duración. El largometraje premiado se lo llevó "Los bastardos" de Amat Escalante, sobre un par de indocumentados mexicanos en Los Angeles, que cansados de esperar trabajo, se deciden a tomar lo que creen merecer. El compositor Michael Nyman ofreció un concierto de piano, donde incluyó sus principales composiciones para películas y además musicalizó unos cortos mudos proyectados mientras ejecutaba las notas para nosotros. Que al terminar el concierto, me fuera presentado por mi hija y, descubrir a una persona amable y sonriente quien me agradeció haber asistido a su concierto, fue para mi un gusto enorme. Claro que el agradecido era yo.
El regreso a la realidad cotidiana, en donde la oscuridad de la sala de cine no existe, es todo un reto para vivir la vida normal fuera de la pantalla, sin la compañía de tantos personajes, situaciones, emociones y demás carga intelectual y emotiva que vivimos durante varios días gracias a la experiencia cinematográfica. Hoy somos el personaje principal de la película de nuestra vida, una vez más. Corre película.
.

2 comentarios:

  1. Así es José, somos los protagonistas y sigue la película.
    Me alegra que hayas disfrutado de todos estos eventos, que con sus inconvenientes, debe ser formidable.
    Besicos chico.

    ResponderEliminar
  2. Me alegra mucho que hayas asistido a esta experiencia maravillosa.
    Ojalá yo algún día tenga la oportunidad de asistir.
    Estoy segura que el día que tenga el privilegio de escuchar en vivo a Michael Nyman me pondré a llorar, y es que sólo de pensar que tocó el tema de Gattaca, una de mis películas favoritas, me da escalofrío. Así que mientras me conformo con escuchar mi disco de Nyman.
    Espero que lleguen pronto las películas que mencionas.

    Abrazo cinéfilo.

    ResponderEliminar