A VECES VOY AL MAR
A veces voy al mar para no estar solo. Es la mejor compañía que puedo tener. Sin importar viento, lluvia u hora; espero siempre a que llegue y comparta con el mi soledad, No necesito hablar, gritar o cantar el silencio que llevo adentro. Como una piedra en la barriga o una bocanada de aire en el pecho. El mar siempre llega a mí con sus olas espumosas que cubren mis pies desnudos. Entonces descubro que no estoy solo. Tan solo extraviado.
MIRO EL ROSTRO DE LAS MUJERES
Miro el rostro de las mujeres que rondan en mi vida. Las veo gesticular, acomodarse el cabello y sonreír. A veces se acompañan de un capuchino, en otras un expresso y hay aquella que prefiere la cerveza. Un café, bar o restaurante ruidoso es buen lugar para capturar sus risas y poses afectadas. Miro el rostro de las mujeres, pero no escucho palabra alguna de lo que cuentan. Tan solo miro y sonrío.
TENGO UNA AMIGA SORDA
Tengo una amiga sorda que lleva aparatos de ayuda para escuchar su mundo alrededor. Escucha mejor con su lado derecho y por ello se sienta siempre a mi izquierda. Ella habla en susurros y yo casi a gritos. Le gusta platicar conmigo pero ella apenas me escucha y yo apenas la entiendo. Somos dos amigos sordos en una mesa de café.
EL PROXIMO AÑO SERE UN VIEJO
El próximo año seré un viejo. No hay porqué preocuparse me dicen, te ves muy bien, estás activo, lleno de planes, metas y sueños por cumplir. Pero ellos no saben del dolor en mis rodillas, de ojos cansados, olvidos de asuntos recientes y de una melancolía por los tiempos pasados que ocupa mi tiempo. Me veo al espejo y descubro a un hombre que apenas conozco. Dicen que soy yo.
será mejor no hablar.
ResponderEliminarte recomiendo el blog de un amigo...
ResponderEliminarwww.minicarver.wordpress.com
Saudade de retazos.
ResponderEliminarAbrazos.
Hay retazos por doquier en la vida diaria. Por cierto, acabo de leer una antología de cuentos de Saudade. Saludos
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