El área de Pensamiento Latinoamericano a través de la Secretaría de Cultura de la Provincia de Córdoba, en la Argentina,
presenta un ciclo de documentales que se inicia con la exhibición del documental LA HUACA.
PROGRAMACION Ciclo de CINE “LATINOAMERICANOS”
Área Pensamiento Latinoamericano, La Subdirección de Cine, Tv y Video y el ATENEO “Simon Rodríguez” – MiKrocine “Nómade”
PRESENTAN:
Junio 2011 - "Mes de Documentales”.
•
• Miércoles 01/06: “LA HUACA” de José Romero ¡Estreno!
• Miércoles 08/06: “UN ARMA CARGADA DE FUTURO” La política cultural del PRT - ERP ¡Estreno!
• Miércoles 15/06: “SERÉ MEMORIA”
• Miércoles 22/06: Compilado de Cortos de SANTIAGO ÁLVAREZ - "Now", "Hanoi Martes 13", "Hasta la Victoria Siempre",
"L.B.J", "70 Primaveras", "El Sueño del Pongo" y "El Tigre Saltó y Mató"
• Miércoles 29/065: “LA CENIZA Y LA BRASA” ¡Estreno!
•
Miércoles 19,30 hs.
Salón Ávalos - Biblioteca Córdoba.
Entrada LIBRE y GRATUITA.
Área Pensamiento Latinoamericano
Secretaría de Cultura
Gobierno de la Provincia de Córdoba
27 de Abril 375 1er Piso -(X5000)
Cordoba. Republica Argentina
26 may 2011
22 may 2011
LA BÚSQUEDA
foto: JR
Dejo los lentes a un lado para limpiarlos mientras busco la pequeña tela limpiadora. De pronto frente a mi se aparece ella como una figura apenas atrapada en la mirada borrosa, trato inútilmente de darle detalle y claridad a la imagen, busco los lentes y los llevo a mi rostro. Para entonces ella se ha esfumado y no aparece ante mi. Desde entonces no llevo lentes y busco con mirada borrosa su figura.
Dejo los lentes a un lado para limpiarlos mientras busco la pequeña tela limpiadora. De pronto frente a mi se aparece ella como una figura apenas atrapada en la mirada borrosa, trato inútilmente de darle detalle y claridad a la imagen, busco los lentes y los llevo a mi rostro. Para entonces ella se ha esfumado y no aparece ante mi. Desde entonces no llevo lentes y busco con mirada borrosa su figura.
20 may 2011
DICEN QUE MAÑANA SE ACABA EL MUNDO
Dicen que mañana se acaba el mundo. Ignoro en base a que estudios o acontecimientos se basan para dar tal noticia, pero si algún día eso sucede ¿que haríamos el día anterior? hablar con mis hermanos y decirles cuanto los quise, a mi hija le contaría el cuento del burrito Maní que siempre le conté en su cuna, a las mujeres que pasaron por mi vida, les daría las gracias por los recuerdos. Por los amigos me tomaría una copa doble de tequila, o quizá dos. Leería Crónicas marcianas de Ray Bradbury, Me metería a una sala cinematográfica a ver una última película. Lamentaría no ver el partido del Barcelona y Manchester United, pero me gustaría ver la cara de los banqueros cuando se den cuenta que no pagaremos las deudas de las tarjetas de crédito. Escucharía el CD del festival de Woodstock, estaría a unas horas para saber que hay más allá de la muerte y me quitaría la ropa y entraría al mar en la medianoche. Pero si no se acaba, tendré que ocuparme de muchas cosas. Como todos los días.
6 may 2011
TIERRA DE ZOMBIES
Gráfico: terceracultura
En el año de 1968 un grupo de jóvenes en Pittsburgh, Estados Unidos, reunió 6,000 dólares y se dedicaron a filmar en una granja de Pensilvania la película “La Noche de los muertos vivientes”, sin imaginarse el éxito que la cinta alcanzaría. Su director fue George A. Romero, considerado hoy el gran padre de la serie zombie en el cine e impulsador, sin imaginarlo, del fenómeno zombie décadas después, que abarca cine, literatura, videojuegos y desfiles callejeros incluso. La trama es sencilla; un grupo de personas lidereadas por un personaje de color, un afroamericano, como es políticamente correcto decir hoy, se encierran en una granja ante el ataque de unos zombies hambrientos de carne humana. En el resto del territorio, se relatan por los medios de comunicación, los ataques de esos seres que son combatidos por el ejército y fuerzas policiales. El grupo resguardado en la granja, sobrevive a los diferentes ataques aunque poco a poco las bajas aumentan. En su afán de acabar con estos muertos vivientes, la milicia termina matando, por equivocación, al héroe negro, que había sobrevivido al ataque de los zombies.
Parece exagerado dar un salto a la realidad y descubrir cuan vigente está la película en nuestro país. Hoy vivimos el ataque de unos zombies que tienen en vilo a la población, están localizados en varias partes del país y mantienen a sus habitantes encerrados en sus casas la mayor parte del tiempo, temerosos de salir a sus actividades diarias. El ejército y las fuerzas policiales combaten a estos zombies, que como los zombies de George A. Romero, se dedican a matar seres humanos de manera grotesca. En su afán por acabar con estas abominables bestias, se asume el daño colateral que esta lucha implica, y en ello va la vida de miles de inocentes. Los medios de comunicación aportan su protagonismo con notas policíacas, publicando y reporteando, al mejor estilo gore cinematográfico, los pormenores de esta invasión de zombies.
Como en algunas de las cintas del género, aquellos que son mordidos se convierten en muertos vivientes, en nuestro país sucede lo mismo y es así que vemos zombies en la cámara de diputados que asisten cual muertos vivientes a bloquear con las iniciativas que llegan a su recinto. En la clase política mexicana surgen ahora los zombies que se autonombran para aparecen en el próximo periodo presidencial y recorren el país infectando de sus ideas a la población. Están también algunos líderes sindicales que llevan devorando cuotas sindicales a costa de sus afiliados a quienes llevan al matadero laboral.
Ante tal clima de terror, los jóvenes no avizoran futuro y se convierten en zombies ni-ni, pues ni estudian - ni trabajan, solo deambulan como zombies por las grandes ciudades. En el campo mexicano los zombies recorren sus tierras estériles y emigran hacia el norte donde son cazados por la patrulla fronteriza estadounidense. En el gabinete de gobierno los zombies deambulan por las secretarías de estado sin encontrar solución a la violencia, el desempleo, a la reforma política y judicial y, al bajo nivel educativo y cultural. Con sus decisiones equivocadas, se suman al ataque de los otros zombies.
Pero esta película en nuestro país lleva ya varios años y no vemos para cuando termine; lo más insólito, es que somos los protagonistas de esta historia de horror. Vivimos pues, en una tierra de zombies.
En el año de 1968 un grupo de jóvenes en Pittsburgh, Estados Unidos, reunió 6,000 dólares y se dedicaron a filmar en una granja de Pensilvania la película “La Noche de los muertos vivientes”, sin imaginarse el éxito que la cinta alcanzaría. Su director fue George A. Romero, considerado hoy el gran padre de la serie zombie en el cine e impulsador, sin imaginarlo, del fenómeno zombie décadas después, que abarca cine, literatura, videojuegos y desfiles callejeros incluso. La trama es sencilla; un grupo de personas lidereadas por un personaje de color, un afroamericano, como es políticamente correcto decir hoy, se encierran en una granja ante el ataque de unos zombies hambrientos de carne humana. En el resto del territorio, se relatan por los medios de comunicación, los ataques de esos seres que son combatidos por el ejército y fuerzas policiales. El grupo resguardado en la granja, sobrevive a los diferentes ataques aunque poco a poco las bajas aumentan. En su afán de acabar con estos muertos vivientes, la milicia termina matando, por equivocación, al héroe negro, que había sobrevivido al ataque de los zombies.
Parece exagerado dar un salto a la realidad y descubrir cuan vigente está la película en nuestro país. Hoy vivimos el ataque de unos zombies que tienen en vilo a la población, están localizados en varias partes del país y mantienen a sus habitantes encerrados en sus casas la mayor parte del tiempo, temerosos de salir a sus actividades diarias. El ejército y las fuerzas policiales combaten a estos zombies, que como los zombies de George A. Romero, se dedican a matar seres humanos de manera grotesca. En su afán por acabar con estas abominables bestias, se asume el daño colateral que esta lucha implica, y en ello va la vida de miles de inocentes. Los medios de comunicación aportan su protagonismo con notas policíacas, publicando y reporteando, al mejor estilo gore cinematográfico, los pormenores de esta invasión de zombies.
Como en algunas de las cintas del género, aquellos que son mordidos se convierten en muertos vivientes, en nuestro país sucede lo mismo y es así que vemos zombies en la cámara de diputados que asisten cual muertos vivientes a bloquear con las iniciativas que llegan a su recinto. En la clase política mexicana surgen ahora los zombies que se autonombran para aparecen en el próximo periodo presidencial y recorren el país infectando de sus ideas a la población. Están también algunos líderes sindicales que llevan devorando cuotas sindicales a costa de sus afiliados a quienes llevan al matadero laboral.
Ante tal clima de terror, los jóvenes no avizoran futuro y se convierten en zombies ni-ni, pues ni estudian - ni trabajan, solo deambulan como zombies por las grandes ciudades. En el campo mexicano los zombies recorren sus tierras estériles y emigran hacia el norte donde son cazados por la patrulla fronteriza estadounidense. En el gabinete de gobierno los zombies deambulan por las secretarías de estado sin encontrar solución a la violencia, el desempleo, a la reforma política y judicial y, al bajo nivel educativo y cultural. Con sus decisiones equivocadas, se suman al ataque de los otros zombies.
Pero esta película en nuestro país lleva ya varios años y no vemos para cuando termine; lo más insólito, es que somos los protagonistas de esta historia de horror. Vivimos pues, en una tierra de zombies.
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