Despedí el año en este espacio, por ir a la búsqueda de regalos y del año nuevo, encontré ambos con resultados contrastantes. De regalos menciono algunos; un paquete de tres DVD con películas de Denys Arcand, el talentoso cineasta canadiense, una completa colección de video sobre el estado de Veracruz, un pisapapeles con holograma de Marilyn, una cartera para la prosperidad, una playera con colores que hasta ahora no había usado, un completo libro de Cinema Today de editorial Phaidon, una pluma y lapicero con una singular forma de lápiz y un marco con motivos de cine entre otros. Santa Claus me regalé libros de Patrick Modiano, Chuck Palahniuk y una antología de escritores jóvenes estadounidenses.
Sin embargo el mejor regalo llegó de mi hija, quien me obsequió un corazón, para que me acompañe. Lo mismo hizo a su madre y con sus tías y tío. He recibido muchos y diversos regalos, pero un corazón nunca, estoy seguro que ellas tampoco. Con un sencillo presente que significa tanto, ella nos puso la muestra de lo significativo que es dar amor sobre todas las cosas. Esta Nochebuena estuvo llena de amor gracias a ella.
Luego fuí en busca del Nuevo Año y lo encontré en la sala de urgencias del hospital, adonde terminé con el estómago hecho añicos por culpa de algún duende virulento de estos lugares o fechas. Vaya usted a saber. La cena pagada en elegante salón de fiestas para recibir el mentado Año, se redujo a brindar, con antibióticos, agua mineral y uvas.
Cuando la salud se quebranta, todo lo demás no tiene importancia, es en esos momentos que valoramos la fortaleza de nuestro organismo para realizar nuestras actividades cotidianas. El ánimo decae y no se tienen ganas de emprender absolutamente nada. Pero tuve la suerte de contar con un corazón cerca de mi, que me ayudó a la recuperación y ahora nos preparamos para retomar la vida diaria. Con salud y el corazón de los seres queridos, emprendemos una vez más el camino.
No hay nada mejor para comenzar el año. El corazón lleno de amor de tu hija y a recuperrarse, a veces nos gastamos un pastón y nos meten la bacalada como decimos por estos lares.
ResponderEliminarSalud para el nuevo año, y lo dicho, ¡mucho amor y ternura para repartir y dar!
Saludos
Mil gracias por tus comentarios y deseos. Los mismos para ti y los tuyos.
ResponderEliminarLa vida José, la vida. Pero lo maravilloso es que tienes el gran corazón de tu hija.
ResponderEliminarLa salud del alma es la constante que debemos buscar y tener.
Saludos soleados.
Lo mejor de todo es tener salud. El resto lo ponemos nosotros.
ResponderEliminarsaludos saludables.