Preparo un programa para un curso de guión cinematográfico que recientemente me han solicitado, y uno de los temas, sin duda alguna, será la adaptación de un texto literario a guión de cine. ¿To be or not to be? Ser o no fiel al texto literario. Será una de las preguntas que deberemos hacernos.
Para el recientemente fallecido escritor y cineasta Alain Robbe-Grillet, “Ser fiel a un texto al hacer una película es algo que me parece absurdo, sobre todo si se trata de un gran texto de un gran autor. El cineasta que lee un libro y que tiene la idea de hacer una película, tiene que crear, transformando, ese libro en película. Si se empecina en ser fiel, esto, generalmente, lo conduce al desastre”.
El cine y la literatura hace muchos años que van de la mano, alimentándose uno al otro. Los resultados de esta asociación han sido diversos. Hay quienes se inclinan por ser “fieles” al texto literario y otros, como Robbe-Grillet, que hay que recrearlo de manera diferente. En lo personal me inclino más por la reinterpretación del texto, pero igual es válido, el ser lo más apegado al mismo. Creo que el resultado en pantalla es quien resuelve la pregunta.
El cineasta alemán Volker Schlondorff, llevó a la pantalla “En busca del tiempo perdido” de Marcel Proust y para ello escogió solamente una parte de la obra. Su resultado fue discreto, pero también llevó a la pantalla “El tambor de hojalata” de Gunter Grass y consiguió una gran película conservando el corazón de la historia. En los años 50s se llevaron a la pantalla en Hollywood, muchas películas estilo film noir, basadas en novelas policíacas; los resultados generalmente fueron curiosos, pues muchas películas resultaban mejor que las historias del “pulp fiction” policial.
Hoy en día se escriben libros teniendo en mente que serán llevados a la pantalla, mucho de esto sucede con los best sellers de acción o policíacos. O se opta por un estilo “cinematográfico” de narración, para hacerlo más acorde a los tiempos visuales que se viven. Es un ejemplo de que la influencia también va del cine a la literatura.
Con el reciente estreno de “Retrato de amor”, película basada en el libro Seda de Alessandro Barricco, volví a leer el libro para comparar la adaptación al cine. En su momento, el libro me pareció una joyita de brevedad y de un delicioso estilo minimalista de narración. Aunque hoy no me lo parece tanto.
La película es bastante fiel al libro, incluso en los diálogos, aunque introduce algunos cambios; como en la voz narrativa, el personaje del niño, la profesión de la esposa y por supuesto la utilización de la elipsis, para narrar los viajes, entre otros. La película tarda en capturar el interés, pero se recupera con algunas secuencias logradas y acierta a llegar a un buen final. .
Hace unos años atrás, adapté y dirigí un mediometraje basado en una novela policíaca de Pago Ignacio TaiboII, para ello reinterpreté la obra, conservé algunos personajes, aunque les di profesiones diferentes y al personaje femenino le añadí una militancia política, propia de la época en que fue filmada. Asimismo, al asesino, lo insertaba dentro del aparato policial. Algunos diálogos se respetaron y otros fueron creados. ¿El resultado? Se le atribuye a Alfred Hitchcock el siguiente comentario: “estaban dos cabras en un monte comiendo de una lata unas tiras de película, y una de le dice a la otra, me gustó más el libro”. Aunque los alumnos seguramente exigirán una mejor respuesta.
Para el recientemente fallecido escritor y cineasta Alain Robbe-Grillet, “Ser fiel a un texto al hacer una película es algo que me parece absurdo, sobre todo si se trata de un gran texto de un gran autor. El cineasta que lee un libro y que tiene la idea de hacer una película, tiene que crear, transformando, ese libro en película. Si se empecina en ser fiel, esto, generalmente, lo conduce al desastre”.
El cine y la literatura hace muchos años que van de la mano, alimentándose uno al otro. Los resultados de esta asociación han sido diversos. Hay quienes se inclinan por ser “fieles” al texto literario y otros, como Robbe-Grillet, que hay que recrearlo de manera diferente. En lo personal me inclino más por la reinterpretación del texto, pero igual es válido, el ser lo más apegado al mismo. Creo que el resultado en pantalla es quien resuelve la pregunta.
El cineasta alemán Volker Schlondorff, llevó a la pantalla “En busca del tiempo perdido” de Marcel Proust y para ello escogió solamente una parte de la obra. Su resultado fue discreto, pero también llevó a la pantalla “El tambor de hojalata” de Gunter Grass y consiguió una gran película conservando el corazón de la historia. En los años 50s se llevaron a la pantalla en Hollywood, muchas películas estilo film noir, basadas en novelas policíacas; los resultados generalmente fueron curiosos, pues muchas películas resultaban mejor que las historias del “pulp fiction” policial.
Hoy en día se escriben libros teniendo en mente que serán llevados a la pantalla, mucho de esto sucede con los best sellers de acción o policíacos. O se opta por un estilo “cinematográfico” de narración, para hacerlo más acorde a los tiempos visuales que se viven. Es un ejemplo de que la influencia también va del cine a la literatura.
Con el reciente estreno de “Retrato de amor”, película basada en el libro Seda de Alessandro Barricco, volví a leer el libro para comparar la adaptación al cine. En su momento, el libro me pareció una joyita de brevedad y de un delicioso estilo minimalista de narración. Aunque hoy no me lo parece tanto.
La película es bastante fiel al libro, incluso en los diálogos, aunque introduce algunos cambios; como en la voz narrativa, el personaje del niño, la profesión de la esposa y por supuesto la utilización de la elipsis, para narrar los viajes, entre otros. La película tarda en capturar el interés, pero se recupera con algunas secuencias logradas y acierta a llegar a un buen final. .
Hace unos años atrás, adapté y dirigí un mediometraje basado en una novela policíaca de Pago Ignacio TaiboII, para ello reinterpreté la obra, conservé algunos personajes, aunque les di profesiones diferentes y al personaje femenino le añadí una militancia política, propia de la época en que fue filmada. Asimismo, al asesino, lo insertaba dentro del aparato policial. Algunos diálogos se respetaron y otros fueron creados. ¿El resultado? Se le atribuye a Alfred Hitchcock el siguiente comentario: “estaban dos cabras en un monte comiendo de una lata unas tiras de película, y una de le dice a la otra, me gustó más el libro”. Aunque los alumnos seguramente exigirán una mejor respuesta.
Que interesante esta lectura. Nunca me había puesto del lado del que hace la peli y creo que tienes mucha razón. A veces decimos eso mismo: "Me gustó más el libro". Supongo que cuando está bien hecha una película, importa menos el que se haya sido o no, fiel al texto.
ResponderEliminarEstoy aprendiendo mucho mientras te leo, gracias por hacerlo.
Besillos.
Esto de leer y ver la película es en realidad un gusto por partida doble. Como has de saber, uno también aprende cuando compartes algo. saludos
ResponderEliminarExcelente texto. Muy interesante. Yo creo que el cine debe reinterpretar la historia, pues utiliza elementos diferentes para contar, posee sus propios recursos. Por otra parte, siempre he pensado que han tenido mejor suerte las adaptaciones de relatos que las adaptaciones de novelas, y eso será por algo.
ResponderEliminarUn abrazo
atonement, no country for old men, there will be blood...
ResponderEliminaryo no puedo curarme, sin excepcion siempre digo: vamos a ver esta pelicula, el libro es fantastico. Todos me alucinan...
Pero es injusto medir al filme a partir de su cuna escrita, las palabras llevan a las imagenes, pero son lenguajes distintos, tal vez uno complementa al otro, pero nunca se substituyen y muy cortos andamos de miras cuando esperamos encontrar los codigos del papel en el celuloide. Lindo texto.(disculpara lo de lindo, mas de un maestro me aventaria un libro en la cabeza, pero es una palabra muy dulce que en estos tiempos me reconforta)
Tienes razón Miguel: quizás los relatos, por la fuerza de su brevedad, le permitan al autor de cine, incorporar otros elementos ausentes en el texto y redondear la historia. Saludos
ResponderEliminarQuerida Irene; viniendo de ti, lindo es una palabra que me llena. Tienes razón son dos lenguajes distintos. Yo también pienso en el buen libro y entonces ver la película.Besos...
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